"Saber comer. 64 reglas básicas para aprender a comer bien", Michael Pollan.
Os recomiendo encarecidamente este libro. Aquí os dejo un adelanto de su filosofía
“Come comida de verdad, con moderación, y sobre todo vegetales” es su máxima.
Con Saber comer: 64 reglas básicas para aprender a comer bien (Debate)
(publicada en inglés en 2009 y ahora por fin en castellano), Michael
Pollan pretende simplificar la decisión de comprar, de proveerse de
buenos alimentos, facilitar la confección de una lista de la compra
sensata (el ideal sería cultivar nuestro propio huerto o al menos unas
macetas y asegurarnos, cuanto menos, del buen cuidado de los animales y
del origen honesto de la proteina animal). Y ahí entra en juego el
dilema del omnívoro, un problema que el hombre había resuelto en buena
medida y que alguien se ha empeñado en embrollar: decidir qué comer y,
lo que es casi igual de importante, cómo llevarlo a cabo, las
costumbres, los usos.
¿Debemos volver a aprender comer? Parece que sí.
¿Qué y cómo comer?
Si quieres comer comida en vez de
sustancias comestibles con aspecto de alimento, estas son algunas de las
reglas básicas que Pollan nos aconseja seguir:
- Evita alimentos que citen cualquier clase de azúcares (o edulcorantes) entre sus tres primeros ingredientes: Suele querer decir que contienen demasiada cantidad. Los ingredientes se ordenan por proporciones, de más a menos.
- Evita productos que tengan más de cinco ingredientes en su composición:
la probabilidad de que estén altamente procesados es muy elevada. Pero
sobre todo evita las bebidas refrescantes, “el antialimento por
excelencia”.
- Evita productos que afirmen ser saludables: ”para
poder afirmarlo necesitan como soporte una etiqueta y un envase, y todo
lo envasado casi siempre equivale a procesado. (…) Además, sólo los
grandes productores disponen de medios para conseguir que las
autoridades sanitarias les aprueben esos lemas… afirmaciones que suelen
estar fundadas en datos incompletos y en investigaciones deficientes”.
La comida sana no tiene apenas dinero para publicitarse.
- Evita productos que contengan ingredientes que un niño de primaria no pueda pronunciar: lo simple ofrece muchas más garantías.
- Evita alimentos que veas anunciados en televisión: bastante más de las dos terceras partes de los anuncios de tv en EE.UU son de productos procesados.
- Come únicamente alimentos cocinados por seres humanos:
es más seguro, y hay que pensar que una de las claves del éxito de los
alimentos procesados es su durabilidad. ”Las grandes corporaciones
aspiran a que sus productos sean inmortales”, lo que implica
alteraciones, adiciones.
- Compra en las zonas periféricas del super y aléjate del centro (habitualmente los productos frescos se colocan en las zonas laterales).
- Come solo alimentos que acabarán pudriéndose: Con
algunas excepciones, como la miel, “la comida de verdad está viva…
tiene que morir”. Los alimentos que más tardan en caducar son los menos
nutritivos y más procesados.
- No ingieras nada que haya sido cocinado en lugares donde todo el mundo tiene que llevar mascarilla quirúrgica.
- Si te lo sirven por la ventanilla del coche, no es comida.
- Si se llama igual en todos los idiomas, no es comida (piensa en Big Mac, Cheetos o Pringles).
- No desayunes cereales que cambien el color de la leche (muy procesados, llenos de carbohidratos refinados y aditivos químicos)
- Toma una copa de vino con la cena.
- Paga más y come menos.
- Come muy poco o nada de carne.
- Come comida de verdad, con moderación, y sobre todo vegetales. “De los 75 o 100 elementos que necesitamos para mantenernos sanos, casi todos están en las plantas”.
- Pasa tanto tiempo disfrutando de la comida como el que ha tardado en prepararse.
- Come siempre sentado a la mesa.
- Cocina. Hay estudios
que demuestran cómo la salud de la gente que cocina en casa es bastante
mejor que la de la gente que come habitualmente fuera.
- Cultiva tus propios alimentos. “Todos deberíamos cultivar, aunque sea en la ventana o en los balcones”.
Muy interesante. Tomaré nota. No obstante, yo sustituiría esa copita de vino por una infusión de té blanco.
ResponderEliminarperfecto!!... y yo para celebrarlo me voy a tomar una copita de vino.. jajaja
ResponderEliminarPd. Si, el té blanco tiene unas propiedades increibles